DAN WINTER, conocido psicofisiólogo especialista en geometría sagrada, nos hablará de la coherencia de los armónicos del corazón y de la teoría de implosión en conexión con nuestro ADN. Nos mostrará mediante el instrumento que es un electrocardiograma y un electroencefalograma que mide la coherencia y el "heartuner", la proporción de la geometría sagrada áurea en los armónicos del corazón al sentir gozo y amor.
El Corazón tiene Cerebro
Entrevista a: Annie Marquier, Matemática e investigadora de la conciencia.
Que el corazón tiene cerebro es una metáfora, ¿no?
No. Se ha descubierto que el corazón contiene un sistema nervioso
independiente y bien desarrollado con más de 40.000 neuronas y una
compleja y tupida red de neurotransmisores, proteínas y células de
apoyo.
¿Es inteligente?
Gracias a esos circuitos tan elaborados, parece que el corazón puede
tomar decisiones y pasar a la acción independientemente del cerebro;
puede aprender, recordar e incluso percibir. Existen cuatro tipos de
conexiones que parten del corazón y van hacia el cerebro de la cabeza.
Primera...
La comunicación neurológica mediante la transmisión de
impulsos nerviosos. El corazón envía más información al cerebro de la
que recibe, es el único órgano del cuerpo con esa propiedad, y puede
inhibir o activar determinadas partes del cerebro según las
circunstancias.
¿Significa eso que el corazón puede influir en nuestra manera de pensar?
Puede influir en nuestra percepción de la realidad y por tanto en nuestras reacciones.
Segunda conexión...
La información bioquímica mediante hormonas y neurotransmisores. Es el
corazón el que produce la hormona ANF, la que asegura el equilibrio
general del cuerpo: la homeostasis. Uno de sus efectos es inhibir la
producción de la hormona del estrés y producir y liberar oxitocina, la
que se conoce como hormona del amor.
Tercera...
La comunicación biofísica mediante
ondas de presión. Parece ser que a través del ritmo cardiaco y sus
variaciones el corazón envía mensajes al cerebro y al resto del cuerpo.
Cuarta...
La comunicación energética: el campo electromagnético del corazón es el
más potente de todos los órganos del cuerpo, 5.000 veces más intenso que
el del cerebro. Y se ha observado que cambia en función del estado
emocional. Cuando tenemos miedo, frustración o estrés se vuelve caótico.
¿Y se ordena con las emociones positivas?
Sí. Y sabemos que el campo magnético del corazón se extiende alrededor
del cuerpo entre dos y cuatro metros, es decir, que todos los que nos
rodean reciben la información energética contenida en nuestro corazón.
¿A qué conclusiones nos llevan estos descubrimientos?
El circuito del cerebro del corazón es el primero en tratar la
información que después pasa por el cerebro de la cabeza. ¿ No será este
nuevo circuito un paso más en la evolución humana?
¿...?
Hay dos clases de variación de la frecuencia cardiaca:
una es armoniosa, de ondas amplias y regulares, y toma esa forma cuando
la persona tiene emociones y pensamientos positivos, elevados y
generosos. La otra es desordenada, con ondas incoherentes.
¿Aparece con las emociones negativas?
Sí, con el miedo, la ira o la desconfianza. Pero hay más: las ondas
cerebrales se sincronizan con estas variaciones del ritmo cardiaco; es
decir, que el corazón arrastra a la cabeza. La conclusión es que el amor
del corazón no es una emoción, es un estado de conciencia inteligente.
Ya ve, el cerebro del corazón activa en el cerebro de la
cabeza centros superiores de percepción completamente nuevos que
interpretan la realidad sin apoyarse en experiencias pasadas. Este nuevo
circuito no pasa por las viejas memorias, su conocimiento es inmediato,
instantáneo, y por ello, tiene una percepción exacta de la realidad.
Parece ciencia ficción.
Está demostrado que cuando el ser humano utiliza el
cerebro del corazón crea un estado de coherencia biológico, todo se
armoniza y funciona correctamente, es una inteligencia superior que se
activa a través de las emociones positivas.
Pues, parece que nadie lo utiliza...
Es un potencial no activado, pero empieza a estar accesible para un gran número de personas.
¿Y cómo puedo activar ese circuito?
Cultivando las cualidades del corazón: la apertura hacia
el prójimo, el escuchar, la paciencia, la cooperación, la aceptación de
las diferencias, el coraje...
¿Santos las 24 horas?
Es la práctica de pensamientos y emociones positivas. En
esencia, liberarse del espíritu de separación y de los tres mecanismos
primarios: el miedo, el deseo y el ansia de dominio, mecanismos que
están anclados profundamente en el ser humano porque nos han servido
para sobrevivir millones de años.
¿Y cómo nos libramos de ellos?
Tomando la posición de testigos, observando nuestros
pensamientos y emociones sin juzgarlos, y escogiendo las emociones que
nos pueden hacer sentir bien. Debemos aprender a confiar en la intuición
y reconocer que el verdadero origen de nuestras reacciones emocionales
no está en lo que ocurre en el exterior, sino en nuestro interior.
Cultive el silencio, contacte con la naturaleza, viva
periodos de soledad, medite, contemple, cuide su entorno vibratorio,
trabaje en grupo, viva con sencillez. Y pregunte a su corazón cuando no
sepa qué hacer.