¿Que es la energía sutil?

Nuestro cuerpo recibe vida y vitalidad de una estructura energética
generalmente invisible, pero real, hecha de fuerza vital, o (lo que es lo
mismo) de energía sutil.
Esta estructura, a la que podemos llamar cuerpo de energía sutil, es
la “mente” y la memoria que guía el cuerpo físico, sus órganos y sus sistemas.
El cuerpo sutil es también la guía de los estados de conciencia, de
las emociones, de los pensamientos y de la creatividad. Cuando éste se
encuentra sano y cargado de energía sutil, gozamos de salud y bienestar, pero
cuando se enferma, antes o después, aparecen síntomas desagradables, malestares
y finalmente enfermedades.
La energía sutil es producida por todo campo de energía densa
(electricidad, magnetismo, luz, calor, gravedad, etc.) y también por todo ser
vivo.
Los campos de energía densa, como la electricidad y el magnetismo, la
producen de dos formas diversas:
Plus, que tiene un efecto estimulante sobre los organismos vivos, y
Minus, que tiene un efecto sedativo e inhibitorio.
Estamos rodeados de un enorme número de energías densas, cada una de
las cuales puede tener un profundo efecto sobre nuestro cuerpo de energía sutil
y, por lo tanto, sobre nuestra salud física y psíquica.
La energía sutil se presenta además de otras dos formas: energía pura
y energía congestionada o sucia.
La energía pura activa y nutre el cuerpo de energía sutil, mientras
que la congestionada puede transformarse en síntomas desagradables, en
malestares e incluso en enfermedades.
Las energías saturadas o congestionadas proceden de todos los aparatos
electrónicos, en algunos casos del mismo planeta e incluso de organismos
enfermos.
Por eso es esencial vivir en un ambiente depurado, sobre todo bajo el
aspecto de las energías sutiles, de toda energía sucia, saturada y enferma.
Recibimos constantemente del planeta, de las plantas, del sol y de
todo el cosmos cantidades enormes de energías sutiles.
Los árboles, junto a las características hiperdimensionales del globo,
realizan una verdadera “transmutación energética”, es decir transforman las
energías insalubres y saturadas en energías puras y vitalizadoras.
Se trata no solamente de energías de naturaleza fisica, sino también
astrales y mentales.
Gracias a estas inagotables fuentes energéticas, nuestro cuerpo de
energía sutil se abastece cotidianamente y nos mantiene vivos y vitales. Cuando
estas fuentes llegan a faltar nos sentimos deprimidos y cansados.
Energía Sutil y Salud
La hipótesis del cuerpo de energía sutil: una tentativa de síntesis y
unificación
La hoja fantasma es un efecto extraordinario observado con la técnica
Kirlian. Se pone una hoja, a la que se ha cortado un fragmento, sobre la
pantalla de cristal del aparato y se hace una fotografía. La imagen muestra la
hoja entera con su efecto corona. Un efecto parecido se obtiene igualmente
poniendo por algún tiempo la hoja sobre el cristal del aparato. A continuación
se quita la hoja y después de algunas horas se hace otra fotografía: aparece
una impronta luminosa justo como si la hoja estuviese toda La hipótesis del
cuerpo de energía sutil: una tentativa de síntesis y unificación.

En el cuerpo energético se encuentra la memoria energética del cuerpo
físico.
Los estudios con la máquina Kirlian y con otros instrumentos de
investigación, conducen a la inevitable conclusión de que el cuerpo etérico es
una especie de memoria de la estructura de las funciones y del estado de salud
del cuerpo físico. Las enfermedades se manifiestan primero en el cuerpo
etérico, bajo la forma de un desequilibrio energético, y finalmente en el
cuerpo físico, como un síntoma. Por eso algún investigador ha hablado del
cuerpo etérico como de un holograma, lo cual significa que cada una de sus
partes parece contener información que afecta a todo el organismo. El rumano J.
Dumitrescu ha obtenido un resultado extraordinario, que confirma esta teoría,
tras fotografiar una hoja a la que había cortado un trozo circular en el medio.
La imagen electrográfica ha revelado, justo en el centro del agujero, una hoja
más pequeña que la original, pero con proporciones completamente similares.
La energía sutil puede ser tóxica y saturada (o congestionada)
Hay muchas formas de energía sutil. Algunas son puras, otras “alteran”
el cuerpo energético. Radioactividad, rayos X, ondas electromagnéticas, campos
magnéticos, iones positivos, incluso ciertos sonidos las irritan, las
congestionan, volviéndolas tóxicas y nocivas para la salud. ¿Qué efecto produce
la energía sutil tóxica en nuestra salud? ¿Existe una relación con la
enfermedad? El estado de congestión biológica lo producen las toxinas
(radicales libres y otros productos del metabolismo anaerobio) presentes en el
terreno intercelular y en la misma célula. En el interior de la célula se
encuentran las mitocondrias, estructuras que tienen la función de producir
energía. Los radicales libres son moléculas no neutras eléctricamente que
oxidan (o sea que sustraen sus electrones) los compuestos que encuentran, dañándolos.
Su blanco son las proteínas, los lípidos y el DNA celular, pero más graves son
sus efectos sobre las mitocondrias, las cuales pierden su eficiencia. De esta
forma la energía de la célula disminuye y el organismo envejece. Cuando un
organismo se intoxica de grandes cantidades de radicales libres y de otras
toxinas su cuerpo energético se congestiona intensamente, es decir contiene
grandes cantidades de energías sutiles tóxicas.
1. La energía sutil vital o bioenergía reacciona ante las energías
densas y sutiles.
Los campos magnéticos, eléctricos, las emisiones de iones, toda
radiación, incluso la luz y los sonidos provocan inevitablemente modificaciones
profundas en la bioenergía y en el cuerpo de energía sutil. Puesto que éste es
la matriz, el punto de encuentro entre el ambiente energético exterior y
nuestro organismo biológico, todas las manifestaciones energéticas modifican o
perturban su estado. Si meto la mano en una olla de agua hirviendo me la quemaré
gravemente por efecto de la absorción de una forma agresiva de energía densa,
el calor. El efecto de la quemadura se producirá tanto en las células de la
mano, como en su cuerpo energético, el cual resultará seriamente congestionado.
2. Interacción entre plasma ambiental y bioplasma
En la ciudad contaminada, en la oficina llena de ordenadores y de
luces de neón, el aire está lleno de plasma tóxico, el cual contamina el
bioplasma y nos hace sentir molestias, estrés, ansia y otras sensaciones
desagradables. Conclusión: existe una interacción continua entre el cuerpo
energético, el plasma y las energías sutiles ambientales.
3. Influencia recíproca entre el bioplasma de dos personas
También el bioplasma es capaz de alterar, aunque sólo sea
parcialmente, el plasma ambiental y el bioplasma de otra persona. En una
habitación donde hay un enfermo, el plasma se encuentra parcialmente alterado
en sentido negativo para la salud: hay una mayor concentración de iones
positivos dañinos. Si gozamos de buena salud nuestro bioplasma puede sin
embargo equilibrar y mejorar parcialmente el estado del plasma ambiental o del
bioplasma de una persona que sufre.
La banda de información
Cada organismo vivo, incluido por supuesto el hombre, está controlado
y reactivado por un sistema energético complejo, al cual se le ha llamado de
muchas maneras: cuerpo bioplásmico, etérico o energético. Realmente no sólo
todo el organismo, sino también sus órganos, sus tejidos, sus células e incluso
los cuerpos inertes poseen su proprio campo energético. Para los organismos
vivos se prefiere hablar de cuerpo etérico, para las sustancias inertes de
campo etérico o también, según la dicción propuesta por algún investigador, de
banda de información (“information band”). Por lo tanto banda de información,
campo etérico y cuerpo sutil son sinónimos.
La banda de información existe alrededor de cada sustancia. Se trata
de un aura formada por plasma, un “cóctel” de partículas subatómicas, de
electrones, iones, radiaciones electromagnéticas y campos de energía densa y
sutil asociados a la sustancia en cuestión. En otras palabras, la banda de
información no es más que la parte adversaria energética densa y sutil de cada
cosa.
¿Pero por qué la banda de información se llama así? Su nombre se debe
al hecho de que se comporta como una suerte de grabadora de los eventos
energéticos a los que se ha sometido un objeto. ¿Qué tipo de eventos? Cualquier
haz o corriente de energía que haya alcanzado el objeto en cuestión, como
luces, sonidos, electricidad, magnetismo, radioactividad, etc. La banda de
información reacciona a tales eventos y permanece alterada por algún tiempo más
o menos largo.
Cada organismo vivo o cada materia irradian y absorbe energía mediante
un campo energético caracterizado por una cierta frecuencia y por ciertas
características de tipo radiológico. Una analogía útil es el átomo, que irradia
continuamente energía electromagnética en forma de ondas a causa de su
estructura oscilatoria y de sus vibraciones térmicas. Claramente cuantos más
complejos sean los materiales, más complejas serán sus formas de onda.
La banda de información de materiales inertes se puede percibir con
instrumentos apropiados complejos y sofisticados. Algunos investigadores han
ideado técnicas de análisis de la banda de información basada en test químicos
o físicos, pero verdaderamente ésta se puede percibir directamente con nuestras
manos. Un operador con un poco de sensibilidad en este tipo de percepciones
siente con las manos que una moneda arrojada al suelo repetidas veces está “más
cargada energéticamente” que una moneda normal. Lo mismo ocurre si se somete la
moneda a otros campos de energía, como el magnético (¡aunque la moneda esté
compuesta de material no magnético!), a un haz de luz o a un fuerte sonido.
También se podría golpear un objeto con un martillo y percibir la energía
cinética acumulada bajo forma de energía sutil. Parece pues plausible pensar
que las manos del operador perciben el estado de excitación del plasma que
rodea el objeto así activado.

(Sacado de “ANATOMIA SOTTILE” de Roberto Zamperini)
vía presente. El ruso Inyushin considera que estas imágenes son el
resultado de la interacción entre el campo eléctrico de la máquina Kirlian con
el bioplasma de la hoja, impreso sobre la pantalla de cristal. Esta hipótesis
recuerda la descripción del organismo hecha por Szent-Gyorgyi: “Existe un flujo
invisible que atraviesa el organismo. Se trata de un flujo cuyas partículas
portan en sí la energía, la carga y la información, y tienen la función de
carburante de todos los procesos vitales”.
En el cuerpo energético se encuentra la memoria energética del cuerpo
físico.
Los estudios con la máquina Kirlian y con otros instrumentos de
investigación, conducen a la inevitable conclusión de que el cuerpo etérico es
una especie de memoria de la estructura de las funciones y del estado de salud
del cuerpo físico. Las enfermedades se manifiestan primero en el cuerpo
etérico, bajo la forma de un desequilibrio energético, y finalmente en el
cuerpo físico, como un síntoma. Por eso algún investigador ha hablado del
cuerpo etérico como de un holograma, lo cual significa que cada una de sus
partes parece contener información que afecta a todo el organismo. El rumano J.
Dumitrescu ha obtenido un resultado extraordinario, que confirma esta teoría,
tras fotografiar una hoja a la que había cortado un trozo circular en el medio.
La imagen electrográfica ha revelado, justo en el centro del agujero, una hoja
más pequeña que la original, pero con proporciones completamente similares.