“Comprender a los demás es sabio, comprenderse a uno mismo es estar iluminado. El que vence a los otros es fuerte, pero el que se vence a sí mismo es poderoso.” ~Lao Tsé¿Qué es la iluminación espiritual? ¿Ser consciente es ser iluminado? ¿Quién es iluminado? ¿Luz interior? ¿Vegetariano estricto? ¿Guerra y paz?
Tal vez al hablar de espiritualidad, podríamos acercarnos un poco más, definir y entender primeramente que es la “iluminación espiritual.” Y si queremos hablar de “iluminación espiritual” lo mejor sería decir que: no se trata de ser espiritualmente avanzados o de lograr un estatus de maestro. Es parte del proceso de evolución y crecimiento que es nuestro viaje de vida. Así de simple.
¿Existen maestros y guías para que nos ayuden a lo largo de nuestro camino? Sí, buscando aquellos que creemos que ya han logrado la iluminación o que son más iluminados de lo que estamos nosotros.
Hay diferentes propósitos individuales de iluminación según cada cual. Para algunos, la iluminación puede ser una intención diaria, para otros podría ser superar algún miedo o creencia. Para otros podría ser solamente dominio espiritual.
¿Qué exige ser iluminado, es un proceso, cuánto tarda el proceso? ¿Puede tomar toda una vida avanzar un nivel o podemos movernos a través de múltiples niveles de crecimiento de iluminación?
Nuestra habilidad para iluminarse depende de muchas cosas, incluyendo nuestra voluntad para sanar y crecer, nuestra habilidad para aprender. Pero, en su mayoría, depende de lo que vinimos a aprender aquí realmente.
Cada uno de nosotros nace con lecciones para aprender y con el tiempo aprende a reconocer esas lecciones. Todos, eventualmente, reconocen el hecho de que ciertas situaciones y circunstancias se repiten en su vida. Al elegir y trabajar con ellas, posiblemente avanzamos en nuestro proceso de iluminación.
Quizá aquellos que no parecen crecer espiritualmente, son maestros espirituales que vinieron a aprender sobre el miedo y el dolor. Y las dificultades que experimentan son parte de este proceso de aprendizaje. ¿Los hace eso menos iluminados? ¿Quién puede juzgar eso para ellos?
La experiencia es parte de nuestro viaje. Lo que cada uno de nosotros necesita aprender de esa experiencia, solamente lo sabemos nosotros.
Quizá necesitemos aprender sobre la resistencia y el miedo. Quizá necesitemos ser una persistente fuerza negativa en la vida de alguien para ayudar con su aprendizaje del alma. Quizá necesitemos aprender a establecer límites. Quizá necesitemos aprender a amarnos. Cualesquiera que sean las lecciones que experimentemos con y a través de otros, la iluminación ocurre para todos. Pero, simplemente, no es lo mismo para todos.
Cuando miramos a la iluminación como un tipo de jerarquía espiritual, estamos olvidando que todos nosotros somos perfectos y estamos conectados.
Cada persona siempre está en el nivel perfecto de iluminación, solo
hay que buscarlo y aplicarlo en cualquier momento de la vida. Es un
proceso individual, así que no pueden hacerse las comparaciones. Cuando
comparamos, estamos juzgando a los demás y con frecuencia a nosotros. No
estamos al tanto de la importancia o valor de las lecciones de alguien,
así como tampoco, podemos ver el completo alcance de lo que alma vino a
experimentar. No es posible que sepamos cuáles son las lecciones de
alguien, así como tampoco podemos saber cuán importantes son ciertas
experiencias para ellos.
Si vemos a todos como iluminados y honramos su viaje, sin importar
que tipo de experiencias de vida suponga eso, nos movemos dentro del
espacio de no juzgar, de la aceptación y amor incondicional. Esta es una
lección que toda la humanidad está experimentando en este tiempo. Es
donde necesitamos estar si vamos a aceptar las oportunidades del cambio y
a crear un mundo en donde la paz, la alegría y el amor incondicional
estén disponibles para todos.
Ver a todos como iluminados es reconocer su viaje del alma y podemos
elegir si queremos ser parte de ello o no. Nos permite decidir a quién o
qué permitiremos compartir en nuestro viaje. Y esto nos traerá paz
cuando recordemos que todos son iluminados y que cuando hacemos brillar
nuestra luz y trabajamos en nuestras situaciones, permitimos que los
demás hagan lo mismo en la perfección del viaje de su alma para
crecimiento, sanación, amor y regreso a la fuente esencial de todo ser
humano.
Finalmente una reflexión: ¿Un músico puede ser iluminado? Si esta
bella pero elusiva cualidad no es de la humanidad, sino de Dios,
entonces éste es el más grande regalo de Chopin para nosotros. En
resumen, Chopin fue el compositor que más se acercó a expresar la
naturaleza del sonido de los mundos internos y de la experiencia”. El
era un iluminado…